La noche de este miércoles 22 de octubre el C4 concert house se convirtió en el templo del power metal, con la esperada presentación de Stratovarius, una de las bandas más emblemáticas del género, con un set lleno de energía, virtuosismo y conexión con el público.

Los filandeses demostraron porque siguen siendo una referencia obligada en la escena del metal melódico internacional.
Antes del acto principal, el público fue recibido por Sky Wolves una poderosa banda mexicana que prendió los ánimos desde los primeros acordes, con un sonido sólido, técnica impecable y una gran presencia escénica. Sky Wolves dejo claro que el talento nacional puede compartir escenario con las grandes ligas del metal europeo, su propuesta convina la velocidad clásica del power metal con melodías envolventes y una energía contagiosa que arrancó ovaciones y puños en alto entre los asistentes.
Cuando Stratovarius subió al escenario, la euforia fue inmediata, desde los primeros acordes de speed of ligth hasta los temas más recientes, el público coreo la letra con una devoción casi ritual.
El vocalista Timo kotipelto mantuvo una conexión constante con los fans, agradeciendo en repetidas ocasiones el calor del público tapatío, mientras que Jend Johansson ( teclados ) y Matías Kupiainen (guitarra) deslumbraron con ejecuciones técnicas que arrancaron gritos y aplausos.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con Black Diamond, interpretados entre luces azules y coros multitudinarios que llenaron el recinto de una atmósfera épica.
El cierre con Hunting High and low dejo a todos con la adrenalina al maximo, sellando un concierto que reafirma el status legendario de Stratovarius y la pasión de su público en Guadalajara.
En resumen, fue una noche donde la potencia, la técnica y la emoción se combinaron en perfecta armonía, Stratovarius demostró que el poder del metal melódico sigue más vivo que nunca, mientras que Sky Wolves dejo una huella fuerte como representante del talento nacional emergente.
Reseña: Vianey Monreal
Fotografías: Mike Jasso