Maluma hizo de Guadalajara su casa por dos noches.
El pasado 15 y 16 de agosto, el Auditorio Telmex se transformó en un enorme club latino con la llegada de Maluma y su esperado +Pretty +Dirty World Tour. Desde el primer acorde quedó claro que no sería un concierto más, sino una fiesta a la altura de uno de los mayores exponentes del pop urbano mundial.

El colombiano apareció pasadas las 21:00 horas con un intro cinematográfico que lo mostraba avanzando como si entrara a un ring de boxeo. En medio de gritos y luces, emergió con gabardina blanca y lentes oscuros para desatar la euforia con “Borró Cassette”, el tema que lo catapultó a la fama en México.



Apenas con el segundo tema, “El Perdedor”, Maluma ya había conectado con su público tapatío, que respondió con una entrega total. El Auditorio Telmex —a reventar— coreó cada canción, convirtiéndose en un coro de miles que acompañó himnos como “Felices los 4”, “Hawái” y “Sobrio”.

La producción del show estuvo a la altura de una gira mundial: pantallas gigantes, coreografías precisas y un diseño de luces que reforzaba cada momento, desde los más románticos hasta los más explosivos. Todo ello sin perder el toque cercano del artista, que constantemente agradecía al público de Guadalajara por el cariño que lo ha acompañado desde sus inicios.

Más que un concierto, la noche se sintió como un reencuentro entre Maluma y una ciudad que siempre lo recibe con los brazos abiertos. Una celebración donde el reguetón, la emoción y la complicidad con los fans se mezclaron en una experiencia que difícilmente se olvidará.



Con esta presentación, Maluma no solo reafirmó su lugar como ídolo global, sino que dejó claro que Guadalajara sigue siendo uno de los escenarios donde su música late con más fuerza.
Por: De Oficios Varios.