El pasado sábado 27 de septiembre de 2025, el Teatro Diana fue testigo de una de las veladas más esperadas para la escena indie de Guadalajara: el regreso de Little Jesus. La banda capitalina ofreció un concierto que combinó fiesta, melancolía y una impecable producción que dejó a todos los asistentes con el corazón lleno.

Desde temprano, las inmediaciones del recinto se llenaron de fanáticos que buscaban la mejor foto, la playera oficial y un buen lugar para no perderse nada. La expectativa era palpable: era una de las últimas fechas de su actual gira, y Guadalajara no decepcionó en demostrar su cariño.

El show comenzó puntual, con un juego de luces que encendió la emoción de los presentes. Los primeros acordes de Los Años Maravillosos desataron una ovación que resonó por todo el teatro. A partir de ese momento, la banda llevó al público por un recorrido que abarcó sus tres álbumes de estudio, alternando entre los himnos que los pusieron en el mapa (TQMLa MagiaAzul) y las canciones más recientes que siguen ampliando su propuesta sonora.

Uno de los momentos más especiales llegó cuando las luces se atenuaron para interpretar Un Plan Espectacular. Fue un instante íntimo, donde las voces del público se unieron para cantar en coro, generando una atmósfera de comunión que contrastó con la energía explosiva de canciones como Químicos o Gracias por Nada.

La producción del concierto fue impecable: un sonido limpio, visuales dinámicos y un diseño de iluminación que acompañó perfectamente cada tema, creando ambientes diferentes para cada emoción. La conexión de la banda con el público fue otro de los puntos fuertes de la noche; entre canciones, agradecieron a la audiencia por el apoyo, compartieron anécdotas de su paso por la ciudad y dejaron claro que Guadalajara es uno de los lugares donde más disfrutan tocar.

Tras un breve encore, cerraron con La Magia, dejando al público con la sensación de haber sido parte de algo especial. Los aplausos y gritos de “¡Otra, otra!” se prolongaron incluso cuando las luces del recinto ya se encendían, prueba de que nadie quería que la noche terminara.

Este concierto reafirmó que Little Jesus no es solo una de las bandas más queridas de la escena indie mexicana, sino un proyecto que sigue creciendo y consolidándose. Su capacidad para conectar con sus fans, ofrecer shows de alta calidad y mantener una propuesta fresca es lo que los ha llevado a convertirse en referentes de su generación.

Si estuviste ahí, seguro sigues reviviendo cada canción. Y si no, mantente atento: cada concierto de Little Jesus es una experiencia que vale la pena vivir en carne propia.

Fotos por: Irina Jiménez