Sonó la tercera llamada y unos minutos después, el escenario se vio iluminado por luces, Moenia salió al escenario, con unos cubos luminosos en la cabeza, las luces estaban sincronizadas al ritmo de la música. La emoción de verlos en el escenario puso a todos de pie, empezaron los aplausos y los gritos con este espectáculo de luces.

Este grupo activo desde 1985, liderado por Alfonso Pichardo, quien aseguró tener un cariño en especial por el Teatro Diana, ya que se sienten más conectados con su público, quienes entre jóvenes y adultos de todas las edades, que extasiados se ponían de pie en cada canción para bailar y gritar con cada canción.


Un cover a Héroes del Silencio con “Maldito Duende“, puso a todos nostálgicos. Al mero estilo de Moenia, más sintetizado y electrónico; el cual sonó de manera increíble. Otro cover “Amante Bandido”, homenajeando a Miguel Bosé, puso a todos a cantar, demostrando que todos los asistentes, no solo son amantes del synth-pop, sino de la música en general.

Una canción en acústico y otra solo al piano, demostraron una vez más el innegable talento de este trío que sin sintetizadores, sonaron de manera perfecta emocionando al público con la melancolía que solo la guitarra, el piano y la voz pueden provocar.

A partir de “Manto Estelar”, el frontman aseguró que estaba disfrutando al máximo la noche, ya que llegar a esta canción era darse cuenta de que estaban a punto de despedirse. Fue asi como siguieron con sus mayores éxitos como “En que momento pasó”, “No dices más” y “Ni tu ni nadie”, al terminar esta canción, el trío electronico y el equipo de músicos acompañantes, se despidieron rápidamente y desaparecieron del escenario.

El público extasiado parecía no haber tenido suficiente y comenzaron a aclamar por “otra”, unos minutos pasaron, las luces seguían apagadas y nadie se había movido de sus asientos cuando Moenia salió de nuevo al escenario para cerrar con dos de sus más grandes éxitos, “Morir tres veces” y “No puedo estar sin ti”; una seguida de otra. Los asistentes ni siquiera consideraban tocar sus asientos de nuevo, bailando, coreando abrazados, disfrutaban de los últimos minutos del show.


Al terminar, Moenia se despidió llenos de agradecimientos, palabras cálidas y asegurando amar las tierras tapatías y el tequila. El público no se cansaba de aplaudir y gritar, comprobando que definitivamente asistirán al siguiente show de la agrupación en Guadalajara.

Reseña: Ma. Fer

Fotografía: De Oficios Varios