La noche del 25 de octubre de 2025, el Estadio 3 de Marzo se convirtió en un templo de amor, baile y nostalgia. Más de 11,000 almas se reunieron para disfrutar de Chayanne, el artista que ha trascendido generaciones y se ha convertido, con cariño y humor, en “el papá de México y de Latinoamérica”.

El público tapatío, fiel y entregado, volvió a demostrar por qué Guadalajara es una de las plazas que más lo abraza. Desde abuelas que lo siguen desde los años ochenta hasta hijas y nietas que crecieron escuchando sus canciones en casa, todos corearon con la misma devoción temas como “Dejaría todo”, “Próvocame” y “Tiempo de vals”.

El concierto fue una explosión de música, baile y recuerdos, un recorrido emocional por cuatro décadas de éxitos que marcaron a toda una región. Entre coreografías impecables, proyecciones, y cambios de vestuario, Chayanne se mostró más humano y emotivo que nunca: “Chayanne también nos entregó sus lágrimas, pero de felicidad”.

Incluso compartió con humor el fenómeno que lo ha vuelto viral en internet: ese cariñoso título de “el papá de Latinoamérica”. Entre aplausos y carcajadas, dijo: “Ser el papá de Latinoamérica es toda una responsabilidad”, provocando una ola de gritos y ovaciones. También mandó un beso especial “a todas las abuelitas”, gesto que desató ternura colectiva.
El público vibró con cada gesto del artista, que agradeció a todos —literalmente a todos—, desde su equipo hasta los medios, y hasta tuvo tiempo de subir a una afortunada fan al escenario para bailar bachata y tomarse una selfie que encendió al estadio.

En el escenario lo acompañaron músicos y bailarines de distintas partes del mundo que dieron un toque cosmopolita a un show que se sintió íntimo pese a su magnitud.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando, después de mencionar que podía escuchar a la gente gracias a micrófonos especiales, interpretó “Lo dejaría todo”, en medio de un mar de luces y lágrimas.

Antes de despedirse, Chayanne dejó caer una pista que encendió la esperanza de sus seguidores: “Este fue el cierre del tour, pero para el próximo año se están preparando cosas…”.
¿Será un nuevo álbum? ¿Otra gira? Lo cierto es que, sea lo que sea, su público estará ahí, esperándolo con la misma emoción de siempre.

Porque si algo quedó claro esta noche en Guadalajara es que Chayanne no solo es un ídolo: es una herencia emocional, un puente entre generaciones y un fenómeno musical que, después de 40 años, sigue latiendo fuerte en el corazón de millones.

Reseña y fotografías: Kat FotoQueSuena.
















